Uno de los lemas por los que vivo es: “No importa cómo llegues, siempre y cuando llegues.” La gobernanza de Arbitrum DAO es un fascinante estudio de caso en esta idea. Tienes contribuyentes de otros ecosistemas aportando nuevas ideas, métodos y filosofías, todos tratando de hacer un impacto en un nuevo entorno. Luego tienes entidades establecidas que ya están financiadas por el DAO, la Fundación o sus propias empresas, jugadores igualmente válidos, pero operando desde una posición muy diferente. Ninguna de las dos partes está equivocada. Los caminos simplemente se ven diferentes. Y eso está bien, siempre y cuando sigamos avanzando. Pero una cosa de la que necesitamos más es conversación. La mayor parte ocurre en los foros de gobernanza de @arbitrum, que son gestionados por la Fundación. No hay nada inherentemente malo en eso, pero crea una capa de control que a veces puede sentirse como un filtro, o incluso una presencia de “hermano mayor”. El DAO ha evolucionado. Ya no es solo un puñado de delegados individuales; se está convirtiendo en una liga empresarial, donde equipos, organizaciones y empresas compiten y colaboran bajo el mismo estandarte. Y, honestamente, eso también está bien, siempre y cuando no perdamos de vista por qué estamos aquí en primer lugar.